Adiós Beie

Ordené, me hice un té y corrí a la cama. Pienso en lo hermosa que es mamá, y la amo, por enseñarme lo que es la paciencia, la dedicación y el amor. Pero si hay alguien a quien le quiero dedicar esta entrada es a mi abuela, hoy nos dejo.
Mi abuela ñiñi, Beie, es la mujer más fuerte que conocí en mi vida, durante su juventud enfrento dolores tan profundos, que a cualquiera lo hubieran destruido, pero a ella, la marcaron y la hicieron todavía más fuerte. Admirable.
Siempre la voy a recordar así, fuerte y dulce, comida por una enfermedad psiquiátrica, abuela y madre de la persona más bella del mundo. Mi abuela, la mirada de cariño más sincera que haya visto, triste y perdida. A ella le debo mi vida.
Yo le regalaba mis caracolitos, mi rulitos, ella sus buñuelos y el amor por una nación.
Hoy una parte del mundo, una partecita, una historia se perdió para siempre, pero en cada uno, en cada persona que la conoció, dejo rastros. Y siempre que llegue el calor, siempre que me acuerde de las vistas de su ciudad natal, Valparaiso, la voy a recordar, corriendo con sus rulos cobres por los cerros.
Adiós, hermosa de la vida.

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