No sé nada

Diciembre es mi mes favorito del año; el calor, las vacaciones, las fiestas y las sorpresas, hacen al mes 12 una delicia. Estos últimos días volví a ver una persona que siempre voy a querer y admirar, por ser tan hermosa, inteligente, con una luz y unas palabras que siempre me llevaron a sentirme maravillado, y como solía ser, nos tomamos hasta el agua del florero y nos fumamos las flores jaaa, pero lo mejor fue cuando bajo los efectos de la mezcla, de nuestra sintonía y pensamientos dispersos, me di la cabeza contra una pared que venia ignorando...
Creo tener bastante clara mi postura frente a las relaciones, el amor, y mi yo con estos, pero tengo que reconocer que por más que trate, por más que lo intente, siempre voy a ser un tonto enamorado, no sé por qué me costo reconocerlo pero luego de esas charlas reflexivas (que llevaron a cuestionarme muchas cosas relacionadas a mi familia, mi felicidad, el amor mismo, entre otras cosas) llegue a la conclusión de que a pesar de los años, la vida y todos los factores, hay cosas en nosotros que no podemos reprimir, no podemos borrar, las vamos a poder regular (a veces) pero no eliminar. La vida me enseño a no hablar de más, a escuchar, me cuesta, pero necesité romperme la cabeza varias veces para entenderlo y darle significado. La verdad, a todo tuve que darle significado, y esa forma de ver al amor, a las relaciones, me lleva a construir un concepto, una forma de ver al mundo, sin olvidarme que todo puede pasar, de alguna forma u otra, dejando en claro que todo es posible. 
Me costo identificar donde encontraba el amor, ese amor fuerte y cómplice ("ideal") y cuando lo encontré me choco, me sorprendió por la espalda porque no lo había pensado, y no es para nada seguro, no es estable, ni siquiera físico...pero cuando me encontré frente a mi desconocido, lo vi con calma, y por fin pude sentir alivio, por primera vez en mucho tiempo, me reconoci y segui...con fuerza y una sonrisa sigo.

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