It's never enough

La piel, el fiel reflejo del tiempo, al igual que las ojeras en las mañanas de invierno, que se marcan con la falta de sueño, siempre. Tengo una imagen, una sensación, de cuando iba a primaria, y al salir del colegio estaba lloviendo, decenas de paraguas esperando en aquella vereda que veo seguido, en aquel colegio que me vio crecer y morir una parte de mí, que hoy, construye y destruye, que vive como puede, siempre apuntando alto, siempre queriendo más. Tengo el recuerdo de llegar a casa y que mamá me hiciera algo rico para merendar, y mirar tv con el día gris, mirar por la ventana y ver un paraguas...Pude haber sido muy feliz si me hubieran sacado de ese lugar -que no era mi lugar- antes de haberme dejado ser un zombie.
No me gustan los paraguas, tampoco la humedad. Pero me encanta estar en mi cama, y mirar una película con la lluvia de fondo, al igual que dormir una siesta con el ruido del viento en mi ventana.
No estoy muy seguro si puedo definir cosas que digo, hago, siento a diario. Soy tan cambiante (odio los multiple-choice), tan inestable, que a veces me asusta. Estoy tan lleno de vida, tengo ganas oportunidades, y no sé qué es lo que quiero, no sé si esto es lo que quiero, no sé si eso es lo que quiero. Se fue el otoño, y se fue la mitad del año, y no sé si me gusta, si estoy contento, si estoy bien así, no sé, no sé... No sé si ya me canse de intentar querer a alguien con todo mi corazón, ya estoy cansando de decepcionarme, mis sentimientos son muy fuertes y nadie pudo aguantar el peso, ni yo muchas veces puedo con estos, pero no puedo cambiar, hay cosas que no se pueden cambiar, y las cosas no cambian, no.


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