'Pasaba largas horas sin ninguna compañía y, desde su soledad, miraba el mundo con un sentimiento repartido entre la melancolía y la hostilidad. No era de extrañar, entonces, que optara por alejarse de allí sin repetir la pregunta. Después, cayó en uno de esos estados de reconcentración que todos conocían y nadie intentaba alterar. En silencio y un poco rezagado, caminó hasta la casa.'
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