Día a día


Hoy estoy súper sensible, pero no solo sensible de llorar, sensible a las caricias, a las risas, sensible a la música que me roza el corazón. Siento el calor de mis amigos, de mis papas, de mi familia, de mi sobrinito que tanto quiero. Estoy feliz, feliz, y no quiero que esta felicidad que desde hace unos largos meses me hace sentir con buena suerte, finalmente, se termine, porque por más "yo mismo" que sea en la melancolía, me encierra en mí, y no me deja disfrutar de las cosas lindas que tengo.
Disfrutar de todo, de todos, de cada pequeño detalle.

Comentarios