Yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos.

Trato de extrañarte. Trato de intentar sentir tu calor...aunque sea a lo lejos, y todo lo que recibo es, nada. Los momentos que pasamos, las cosas que hablamos, los besos, las caricias...de a poco, con el tiempo, se borran. Me duele, me duele como el aceite que me salpica cuando cocino patitas. Recuerdos vacios, charlas en las que yo caía ilusamente en el amor, cada día que pasaba, cada día que nos quedábamos hasta que saliera el Sol, te llevabas un pedazo de mí, te guardabas mis fuerzas más fuertes.
Fuiste más que un mundo, más que el aire que llenaba mis pulmones en cada beso que me dabas, en cada beso que te robaba. Te amé, y duele no verte como algo lindo, porque no pude sacar nada lindo de vos. Algunas veces me parece sentir tu perfume, y no puedo evitar alterarme e inspirar, inspirarte, no puedo evitar llenarme de tu esencia. Necesito recordarte, NO TE QUIERO OLVIDAR, no quiero hacer una leyenda de vos, de nosotros. Tu nombre suena en mis oídos por accidente de la gente, escucho tu apellido y el cuerpo no me responde. Flashes me dejan en transe, por unos segundos, hasta que vuelvo a caer y todo se disuelve, en la nada.

Lloro sin explicación. Los últimos días lloré sin saber por qué. No sos vos, no soy yo, no es nadie. Es algo, es mi cabeza. Todo me afecta, lloro por todos, por nadie, y por nada. Paso de un extremo a otro, sin tener control, sin justificación, sin nada que pueda hacer, solo esperar.