Mi mente hace planes, crea momentos que no existen, ya no sé cómo hacer para vivir en la realidad. Verte y saber que me ves como un juguete, como si pudieras usarme cuando me ves. Aguanto, juro que lo intento, pero me gana, no puedo estar con alguien que no le importa mis sentimientos, y si lo que pretendes es que sigamos con lo que tenes en mente, mejor que esto termine acá. Mientras escribo esto te veo entrar, como si nada me saludas, después cada beso que me dabas, después de que respire de tu aliento, me hace tonto querer sonreír. Recordar cada detalle de tu cara, tus antojos y tus ojos que giran a cada uno de mis movimientos fríamemnte calculados, me siento inútil, me haces inútil al tratar de tener las cosas bajo control. Ja, como si eso fuera fácil. Como si fuera fácil no derretirme cuando me dirigís las palabra, se me hace difícil mantener los estribos y no saltarte y arrancarte la garganta con un beso. Tu cuerpo me llama, vos me llamas, y no me puedo contener al echo de no besarte cada centímetro del cuerpo. Es inútil, sé que voy a caer en tus juegos masoquistas, en tu boca que me llama, como si pretendiera de ella para subsistir. Raro...dándote mis razones de mí...raro yo, dandole a otro mis más sumisos sentidos. Me siento un nene con juguete nuevo, pero es que así lo es. Algo totalmente nuevo, me das un mundo que no sé si explorar o solamemte observarlo. Quisiera hacer tantas cosas, pero no me das la posibiludad y cuando la posibilidad está, yo hago oídos sordos, porque tengo miedo, me aterra a lo que pueda suceder.

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