La mano del diablo
Era de noche, y recuerdo pocos rostros; el de mi mejor amiga, el de Gonzalo y Cb, estoy seguro que había una o dos personas más, pero todo era confuso, mis ojos se concentraban en la obviedad. Salíamos de bailar, y yo venia escuchando que me preguntaba cómo estaba, yo obviamenten ignoraba, (ahora todo es diferente, no quiero aferrarme a ese dolor, que esta en mi, en mi cuerpo, de vez en cuando flameando, pero solamente cuando el viento sopla, y el recuerdo se prende. Pero ahora, por suerte, mode off).
De tanto escuchar que me preguntaba cómo estaba, hice unos pasos largos y estaba al lado de mi mejor amiga, y le dije que prestara atención a lo que me estaba diciendo, a lo que me respondió con una sonrisa picara. Di media vuelta, y le tuve a solo unos centímetros, le dije "NECESITO HABLAR CON VOS", a lo que Gonzalo hizo una seña obscena y yo le devolví una mirada fulminante. Cb, me contesto con su mirada, esa mirada serena que sin nisiquiera pestañar sabes la respuesta, pero después de medio segundo, dijo "DEMOS UNA VUELTA MANZANA", recuerdo el trayecto silencioso, recuerdo tener puesta una musculosa, bastante grande que me dejaba un hombro totalmente descubierto debido a que se me salia. A la esquina estábamos totalmente solos, yo me senté en una parecita que me llegaba a la cadera, y Cb quedo casi a mi altura cuando me senté, y le dije que le quería, se acerco y me dio un beso, a lo que le respondí con otro beso pero más largo, podía sentir cómo me quemaba, podía sentir sus labios rozando la comisura de los mios, tan salvajemente que pude sentir cómo mi cuerpo se estremecía a ese contacto, a ese lejano recuerdo de su cuerpo rozando ligeramente el mio. Le agarre del cuello y por un momento desee poder ser capaz de detener el tiempo, de paralizarlo y quedar así, a su cuello, colgando cómo si fuera mi soporte, si me soltaba iba a caer, y ya no iba a importar ni mamá, ni papá, ni mis amigos, si me dejaba no iba a soportar ese dolor, no otra vez. Luego de unos minutos, en los que sentí que mi alma volvía a mi cuerpo, le pregunte si me quería y no me respondía, y prendió un cigarrillo, mientras caminabamos de la mano y me miraba con una sonrisa placentera, está vez le agarre la mano donde sostenía el cigarrillo y le sentí el olor a nicotina que queda en la palma, me dio placer el sentir su mano caliente rosándome los labios, solté su mano y le di un beso con amor, un beso que transmitía lo bien que me sentía al tenerle ahí, para mí. Seguimos caminando y le volví a preguntar si me quería y no me respondía, me puse incomodo e irritado y me desperté.
Atormentado por los recuerdos de ese sueño o pesadilla, no puedo dejar de pensar en los detalles, en sus ojos, su pelo, su sabor, sus labios, su olor y su cigarrillo. Sueños como este me recuerdan a ese verano, puedo sentir el dolor en mis muñecas y el dolor de cabeza de tanto llorar. Pero no voy a caer, un recuerdo no va a derrumbar todas las columnas, solo fuiste un 1,0 en la escala de Richter.
De tanto escuchar que me preguntaba cómo estaba, hice unos pasos largos y estaba al lado de mi mejor amiga, y le dije que prestara atención a lo que me estaba diciendo, a lo que me respondió con una sonrisa picara. Di media vuelta, y le tuve a solo unos centímetros, le dije "NECESITO HABLAR CON VOS", a lo que Gonzalo hizo una seña obscena y yo le devolví una mirada fulminante. Cb, me contesto con su mirada, esa mirada serena que sin nisiquiera pestañar sabes la respuesta, pero después de medio segundo, dijo "DEMOS UNA VUELTA MANZANA", recuerdo el trayecto silencioso, recuerdo tener puesta una musculosa, bastante grande que me dejaba un hombro totalmente descubierto debido a que se me salia. A la esquina estábamos totalmente solos, yo me senté en una parecita que me llegaba a la cadera, y Cb quedo casi a mi altura cuando me senté, y le dije que le quería, se acerco y me dio un beso, a lo que le respondí con otro beso pero más largo, podía sentir cómo me quemaba, podía sentir sus labios rozando la comisura de los mios, tan salvajemente que pude sentir cómo mi cuerpo se estremecía a ese contacto, a ese lejano recuerdo de su cuerpo rozando ligeramente el mio. Le agarre del cuello y por un momento desee poder ser capaz de detener el tiempo, de paralizarlo y quedar así, a su cuello, colgando cómo si fuera mi soporte, si me soltaba iba a caer, y ya no iba a importar ni mamá, ni papá, ni mis amigos, si me dejaba no iba a soportar ese dolor, no otra vez. Luego de unos minutos, en los que sentí que mi alma volvía a mi cuerpo, le pregunte si me quería y no me respondía, y prendió un cigarrillo, mientras caminabamos de la mano y me miraba con una sonrisa placentera, está vez le agarre la mano donde sostenía el cigarrillo y le sentí el olor a nicotina que queda en la palma, me dio placer el sentir su mano caliente rosándome los labios, solté su mano y le di un beso con amor, un beso que transmitía lo bien que me sentía al tenerle ahí, para mí. Seguimos caminando y le volví a preguntar si me quería y no me respondía, me puse incomodo e irritado y me desperté.
Atormentado por los recuerdos de ese sueño o pesadilla, no puedo dejar de pensar en los detalles, en sus ojos, su pelo, su sabor, sus labios, su olor y su cigarrillo. Sueños como este me recuerdan a ese verano, puedo sentir el dolor en mis muñecas y el dolor de cabeza de tanto llorar. Pero no voy a caer, un recuerdo no va a derrumbar todas las columnas, solo fuiste un 1,0 en la escala de Richter.
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