Incluso cada noche sin hablarme ni tocarme, me daba algo aún más bonito...me daba amor. Un amor raro, de esos que uno no idealiza, pero que cumple y llena, que te hace suspirar y también, te hace sentir chiquito. Porque siempre siento que no va a caber, siento que va a desaparecer. Déjeme contarle, déjeme decirle, señor, desde que usted apareció apareció en mi vida...de hecho, cada día hasta los soleados y en los que el cielo se cae, usted me hace sentir rosa. Vivo y brillante, irritante, irritado, de tanta dulzura.
Entradas
Mostrando las entradas de junio, 2017